Dirección: Raúl Perrone
Guión: Raúl Perrone y Roberto Barandalla
Fotografía: Sepe Zayas
Música: Martín Mendez (canta dos temas Iván Noble).
Graciadió es la hitoria de un grupo de chicos veinte-añeros del suburbano. Deambulan por el barrio, miran videos, escuchan rock. No ocurre nada, pero pasa de todo y están básicamente solos en el mundo. Así como hay otro “sueño americano”, hay otro “sueño argentino”.
Ituzaingó. Las situaciones mínimas se repiten, pero cada vez con más timing para la tragicomedia suburbana. Dicen muchos que Graciadió es la mejor película de Perrone. Lo que es seguro es que es su película más diáfana, a la vez que absurda y confiada. Los personajes también confían, y por eso juegan sobre los créditos finales.
Dijo el director, Raúl Perrone:
Un día se me rompió la antena del televisor, subí al techo y vi una panorámica del barrio que me gustó tanto que fue el detonante para "Graciadió". También recordé la época en que era pendejo y al salir de casa con mi amigo el Gordo Horacio decía, "Los documentos, los cigarrillos, el encendedor". Después empecé a atar cabos, pensé en cosas que teníamos escritas con Picún, y la película se fue haciendo.
En esta época empecé a hablar de ese término caprichoso de la trilogía y que ésta era la segunda parte, porque estaban hinchando mucho las pelotas con "Labios de churrasco". Y sin saber si iba hacer una tercera parte! Incluso creo que al tener que buscar un final a la película, me olvidé por un momento de la historia y los quise salvar. Desde "Labios de churrasco" siempre pensé que estos chicos no tenían salida y que iban a morir, pero preferí salvarlos y así es como se elevan, literalmente.
Ituzaingó. Las situaciones mínimas se repiten, pero cada vez con más timing para la tragicomedia suburbana. Dicen muchos que Graciadió es la mejor película de Perrone. Lo que es seguro es que es su película más diáfana, a la vez que absurda y confiada. Los personajes también confían, y por eso juegan sobre los créditos finales.
Dijo el director, Raúl Perrone:
Un día se me rompió la antena del televisor, subí al techo y vi una panorámica del barrio que me gustó tanto que fue el detonante para "Graciadió". También recordé la época en que era pendejo y al salir de casa con mi amigo el Gordo Horacio decía, "Los documentos, los cigarrillos, el encendedor". Después empecé a atar cabos, pensé en cosas que teníamos escritas con Picún, y la película se fue haciendo.
En esta época empecé a hablar de ese término caprichoso de la trilogía y que ésta era la segunda parte, porque estaban hinchando mucho las pelotas con "Labios de churrasco". Y sin saber si iba hacer una tercera parte! Incluso creo que al tener que buscar un final a la película, me olvidé por un momento de la historia y los quise salvar. Desde "Labios de churrasco" siempre pensé que estos chicos no tenían salida y que iban a morir, pero preferí salvarlos y así es como se elevan, literalmente.
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